Posturas en el sexo

Hay cuatro posiciones fundamentales e infinidad de variantes.
Estas cuatro posturas fundamentales constituyen el punto de
partida y cada uno deberá dejar a su imaginación hacer el resto.
1/ Posición superior del hombre (misionero).
2/ Posición superior de la mujer.
3/ Posición lateral del hombre y de la mujer frente a
frente. El hombre está sobre su costado derecho y la mujer
sobre su costado izquierdo o viceversa.
4/ La mujer de espaldas al hombre.
Los miembros de la pareja deberán tener la misma curiosidad por encontrar juntos diferentes y nuevas posiciones. Harán falta por lo menos unos doce encuentros antes de que el cuerpo de uno se habitúe al cuerpo del otro, pero encontrará posturas ideales constituye una de las grandes satisfacciones sexuales para la pareja.
Para los antiguos chinos esta búsqueda constante por la perfección en las relaciones sexuales mantenía la llama del amor y del sexo vivas hasta el último de sus días.
Veamos algunos ejemplos de posiciones comunes:
La mujer coge las nalgas del hombre con sus manos y cruza las piernas por detrás de su espalda.
El hombre con una de sus manos levanta las piernas de la mujer colocándolas a la altura de sus senos y con la otra mano introduce su falo en la vagina.
El hombre se estira encima de la mujer, que se encuentra boca
abajo, y le abre las nalgas mientras ella sube su cintura para
facilitar la penetración.
La mujer está estirada sobre su espalda con las piernas abiertas y el hombre de rodillas la coge por la cintura levantándola para introducirle el pene.
El hombre está de pie delante de la cama y levanta las piernas de la mujer para penetrarla.
La mujer está tumbada de espaldas, junta sus senos con las
manos formando un túnel y lubrica el interior del túnel. El hombre, montado de rodillas encima de ella, hace penetrar su
pene en erección dentro del túnel mientras la mujer se acaricia
los pechos.
La mujer está recostada sobre su espalda y levanta sus piernas cogiéndose los pies con las manos.
El hombre coloca las piernas de la mujer a la altura de sus brazos y, tomándola por la cintura, la penetra.
Los pies de la mujer están encima de la espalda del hombre que puede así penetrarla profundamente.
La mujer está acostada sobre su espalda y el hombre está
arrodillado entre sus piernas cogiéndole con una mano las nalgas y con la otra los pies.
La mujer está recostada sobre su espalda y pone uno de sus pies sobre la espalda del hombre mientras que el otro queda
suspendido libremente.
En esta postura el hombre suele estar tumbado sobre sus espaldas, permitiendo a la mujer jugar un papel mucho más activo en la relación sexual. De esta forma ella misma podrá
cambiar el ángulo de penetración y la intensidad de la misma, y regulará perfectamente su grado de excitación y de placer. Esta postura es propicia también para el hombre pues le permite controlar mejor su eyaculación. Incluso es posible para la mujer estirar sus piernas y quedarse sentada sobre el hombre para imprimir movimientos de rotación sin perder contacto con el pene. En definitiva, se puede definir esta postura como una de las más gratificantes para la pareja.
Veamos algunas de sus variantes:
El hombre se halla tumbado boca arriba y la mujer se sienta sobre él, pero con la cara y el cuerpo mirando en dirección a los pies del hombre.
La misma posición anterior, pero la mujer está mirando hacia la
cara del hombre.
El hombre se apoya de espaldas a un muro y coge a la mujer
sentada entre sus brazos con las manos juntas. Ella coge al
hombre por la cintura contra sus piernas y apoyándose con ellas en el mismo muro que su compañero imprime movimientos de vaivén.
La mujer coge el pene con su mano y lo hace penetrar en su
vagina como si de una aspiración se tratara. Una vez dentro los oprimirá con los músculos vaginales y lo mantendrá así por un tiempo. Durante la penetración la mujer se mueve de forma
circular sobre el hombre.
El hombre apoyado en su espalda levanta la mitad de su cuerpo y la mujer imprime a la mitad del suyo, con el pene dentro de la vagina y sin salirse, movimientos oscilatorios. Cuando la mujer esté fatigada descansa con el pene dentro de su vagina y se intercambian la posición con el hombre emprendiendo de nuevo la acción.
El hombre está sentado y la mujer se sienta encima de él de
frente y abrazándolo. El hombre con una mano coge las nalgas de la mujer y con la otra se apoya en la cama.
El hombre está acostado sobre su espalda con las piernas abiertas y la mujer se acuesta encima de él, entre sus piernas,
introduciendo el pene en su vagina.
El hombre y la mujer se hallan de costado uno frente al otro y el hombre introduce el pene en la vagina, teniendo la mujer al
hombre entre sus piernas.
El hombre y la mujer se hallan recostados uno frente al otro y las piernas de la mujer están por encima de los hombros del hombre, quien introduce su pene en la vagina.
El hombre y la mujer se encuentran ambos de pié, soportando el hombre con su pene y sus brazos el peso de ella.
La mujer está recostada de lado y de espaldas al hombre quien
también recostado la penetra por detrás.
La mujer está estirada boca abajo y el hombre se estira encima de ella penetrándola.
La mujer se cuelga con sus pies y sus manos hacia delante y el hombre por detrás la coge por la cintura y la penetra.
La mujer se arrodilla sobre la cama y el hombre la penetra como si de un caballo se tratara.
La mujer se arrodilla con la cabeza tocando la cama y el hombre por detrás arrodillado sobre la cama también la coge por la cintura y la penetra.
La mujer acostada sobre su vientre y con las piernas abiertas es penetrada por el hombre que la tiene cogida por las espaldas.
El hombre se sienta en una silla y la mujer se sient a encima de él dándole la espalda mientras él la coge por la cintura y la penetra.
El hombre y la mujer están sentados cara a cara en una silla.
La mujer está recostada de un lado con una de sus piernas levantadas mientras que el hombre la penetra por detrás.
La mujer toma un punto de apoyo (mueble, árbol, pared, etc), y el hombre la penetra por detrás de pie.
Las posiciones sexuales invertidas ayudan a canalizar la energía sexual hacia el cerebro y estimulan también las glándulas, la circulación y el sistema nervioso.

PENETRACION


El hombre debe alternar de forma variada y discontinua las diferentes formas de penetración, es decir, tanto las superficiales como las profundas. Para empezar nueve penetraciones superficiales y una profunda permitirán a la mujer empezar a sentir cierto grado de placer. Lentamente el hombre se adaptará en función de su pareja y en función de su propio placer cambiando el ángulo de la penetración y el ritmo de las mismas.
Según el Kama -Sutra hay dieciocho tipos de penetración que un hombre debe consumar a una mujer:
LA PENETRACIÓN SIMPLE O HACIA ADELANTE. Ambos órganos genitales se hallan opuestos el uno al otro y se produce la penetración.
LA FRICCIÓN. El pene cogido por la mano se hace oscilar dentro de la vagina, acentuando la fricción en la zona de los labios vaginales.
LA HORADACIÓN. La vagina está hacia abajo y el pene golpea y roza fuertemente la parte superior de ésta.
FRICCIÓN. En la misma situación el pene frota contra la parte inferior de la vagina.
PRESIÓN. El pene presiona la vagina durante un largo intervalo de tiempo.
GOLPE. El pene sale de la vagina y entra bruscamente golpeando fuertemente el fondo. La salida proporciona más vigor al pene y retrasa el espasmo en el hombre, mientras acelera el de la mujer.
EL GOLPE DE VERRACO. El pene golpea solamente una parte de la vagina.
EL GOLPE DEL TORO. El pene en su penetración golpea la vez los dos lados de la vagina.
EL MOVIMIENTO DEL GORRIÓN. El pene va y viene dentro de la vagina, sin salirse, en forma de contracciones muy rápidas.
Golpear a derecha e izquierda dentro de la vagina como el
guerrero que intenta dispersar los sables de sus enemigos.
OTRAS:
Mover la tija de jade de arriba a abajo como un caballo salvaje que hace el salto de la cabra para cruzar un riachuelo.
Movimiento de penetración rítmico parecido al de las gaviotas jugando con las olas.
Alternar rápidamente penetraciones profundas y superficiales como una gaviota picoteando los granos de arroz en un mortero.
Encadenar de una forma regular penetraciones profundas y
superficiales como si de grandes piedras hundiéndose en el
mar se tratara.
Penetrar la vagina lentamente como la serpiente se desliza dentro de su guarida para hibernar.
Proporcionar pequeños golpes rápidos dentro de la vagina como cuando una rata asustada se introduce en su guarida.
Sacar lentamente el pene y después penetrar la vagina como el águila al atrapar una presa en plena huida.
Penetrar la vagina procurando rozar la parte superior con el prepucio como un velero cortando el viento.