El culto del éxtasis


El
culto del éxtasis





Nacido hace por lo menos 5000 años ( algunos hablan de 7000),el tantra engloba toda una concepción del universo y el hombre. Su esencia está revelada en los Vedas( de echo de dice que tantra es para los Vedas lo que el perfume para las flores). El tantra es llamado en Quinto Veda. Es la escritura religiosa revelada por Shiva (deidad masculina), para la era de Kali en la que vivimos, explica Adolfo Federico, terapeuta corporal e instructor de yoga tántrico. Y agrega: Este conocimiento se extendió por toda la India como una ‘moda’ religiosa recién en el siglo V a.C., como un triunfo del shaktismo (culto a la deidad femenina Shakti), que siempre estuvo presente en forma subterránea y hasta fue perseguido por la ortodoxia brahmánica.
Para Estela Guitián, profesora especializada en yoga tántrico, existen muchos mitos en torno al tantra, pero también existe un hilo conductor para todas sus manifestaciones: tantra es el culto del éxtasis.Toda la vida, en cada uno de los aspecto, incluyendo la sexualidad, es celebrada como sagrada. Básicamente el tantrismo propone que, en lugar de suprimir el placer en sus diversos matices, podemos encauzarlos para obtener una fuente de energía sin precedentes. El propio significado de la palabra tantra - del sánscrito - expresa una fuerza que se manifiesta y se expande continuamente como una ola cósmica formada por diferentes energías, como lo son todo tipo de energía y materia. Esto incluye pensamientos, acciones y materia física.
La traducción más común de la palabra tantra es arte del telar, esto es, crear trama y urdimbre para formar una red, malla o tela. Mediante este lenguaje figurativo, sostiene Adolfo Federico, tantra indica el despliegue de la manifestación del universo, donde nada está suelto, nada es independiente, sino que todo está todo unido a todo y todo está en el lugar que corresponde. Otra de las versiones aceptadas es que la palabra tantra proviene de una contracción de obras de dos: Tanoti y Trayati, que significan respectivamente expandir y liberar la conciencia. Dentro de la inmensidad de conocimientos que abarca el tantra, un pequeño aspecto de sus métodos encontró aceptación en nuestra cultura occidental, convirtiéndose en el eje de numerosos cursos, apunta Adolfo. El hombre de este método es maihtuna o ‘unión sexual’: entrenándose en la aplicación de ciertas técnicas durante el transcurso del cambio sexual, es posible ir sosteniendo el éxtasis amoroso con cada vez mayor amplitud. El tranta concibe este como un modo de desarrollar la expansión de la conciencia, cuya potencia acrecentada permite penetrar en el corazón de la sabiduría.
La importancia del tantra, sin embargo, no radica en sus aspectos meramente sexuales: El arte tántrico es el de saber qué hacer cuando finalmente se alcanza el estado prolongado de éxtasis orgásmico: el viaje del conocimiento universal, el recorrido de toda la red o trama del universo, explica Adolfo. Claro que, como los occidentales suelen considerar a estas teoría metafísica como algo propio de la mitología oriental, son muy pocos los que buscan en este camino algo mas que un orgasmo. De hecho, un buen orgasmo es todo un desafío para nuestra sexualidad distorsionada, y requiere un gran esfuerzo personal conseguirlo. Por esta razón, muchas personas se detienen aquí, y no puedo calificar esto como malo. Han alcanzado un gran logro. Pero no es cierto que eso sea el tantra, al menos no todo. Al detenernos aquí, las reales metas tántricas no se logran y todo queda en el buen sexo y la vida placentera. Pero la realización es mucho más que el goce, aun cuando lo incluya.