El verso del nunca acabar


El
verso del nunca acabar





Antiguamente en Oriente existía la creencia de que si el hombre lograba contener su eyaculación diez veces, tendría un hijo varón, algo muy buscado en sus culturas patriarcales. Quizá la tradicción de controlar la eyaculación haya nacido a partir de eso, sugiere María Luisa Lerer, psicóloga clínica e investigadora en temas de sexualidad. Lo cierto es que el camino del tantra requiere todo un desarrollo corporal y espiritual previo, con ensueños dirigidos, relajación, meditación, y sobre todo, con ejercicios que incluyen la respiración. Porque la respiración es la gran vía reggia para sentir: cuando las personas se angustian o se asustan, dejan de respirar, dejan de sentir, explica María Luisa.
La enseñanza tradicional del tranta establece dos estilos de práctica: el sendero de la derecha y el de la izquierda. Según algunos autores, el sendero de la derecha consiste en lograr el objetivo exclusivamente mediante el trabajo de la mente con la meditación, y el de la izquierda logra su meta mediante el desarrollo corporal, incluyendo la unión sexual física, asegura Adolfo Federico A su vez, el sendero de la derecha tiene dos divisiones, izquierda y derecha, según la deidad de meditación sea masculina o femenina; el de la también se divide en dos: el de la derecha para quien practica la unión sexual con su pareja, y el de la izquierda para quien lo hace con otra persona, usualmente asignada o aprobada por su gurú o maestro.
Todavía hoy en el tranta conserva su carácter iniciático, esto es, debe transmitirse de maestro a discípulo. La manera lectura de un texto tántrico no produce realización alguna, por lo cual se requiere que un maestro introduzca en el arte, sostiene Adolfo.
Para avanzar en este camino el cuerpo físico debe cultivarse con gran esmero, ya que se convierte en un templo para la experiencia sagrada. De hechos en los monasterios de Nepal se plantean toda una serie de requerimientos: capacidad para manejar las propias energías, claridad mental respecto de lo que se va a hacer y aptitud para meditar en forma prolongada (2 horas y 24 minutos como mínimo).Sin embargo, Estela Guitián desmitifica: Las técnicas que se usan para el control de la eyaculación en el tranta se practican también en las clases de yoga: cuando uno empieza a hacer contracciones del suelo pélvico, por ejemplo, se da cuenta que esta manejando la energía sexual. En un sentido profundo tantra y yoga auténtico son las misma cosa. De hecho, si tuviera que dar una definición de yoga diría que es la disciplina espiritual que trabaja directamente con la energía sexual. Claro que para que comprender que la sexualidad puede ser una meditación, primero hay que saber qué es esta última, y la mayoría de la gente que practica yoga no lo sabe. Un entrenamiento tántrico implica armonizar las energías masculinas y femeninas que tenemos los seres humanos, para equilibrarlas. Una vez que están armonizadas, el desafío es unificarlas para conformar una energía más completa. Si tenemos electricidad positiva y negativa - ejemplifica-, hasta que no se juntan no se hacen luz, y si las juntamos fuera de contexto podemos generar un cortocircuito. Por eso en el trabajo con mis pacientes normalmente comienzo orientándolos hacia la depuracón de su sexualidad. En esta sociedad este tema es conflictivo por tradición, tanto desde un punto de vista religioso como social, y pese a que nacemos gracias al sexo, la unión sexual es algo impuro. Limpiando la sexualidad, simplemente, hay toda una serie de cosas que se aclaran en la vida de cada persona. Para eso hay que lograr que se pueda considerar a su sexualidad como algo tan sagrado como su personalidad, individualidad, su libertad" .