Exploradores eróticos


Exploradores
eróticos





La tradición tántrica considera a la energía sexual como la fuerza más poderosa del ser humano, y el éxtasis amoroso como una posibilidad de experimentar la reintegración con lo divino. De esta manera - señala Estela Guitián -,lo que Occidente apenas descubre hoy como postura sostificada como el sexo (despúes de haberlo reprimido durante mucho tiempo, o de confundirlo con el amor libre del hippismo de los años’60 o con la terapia sexual de la new age) fue cultivado en Oriente como ciencia y un arte que consiste en prolongar el punto más alto del éxtasis sexual. Los exploradores eróticos descubrierón que el acto de hacer el amor puede convertirse en un vehículo natural para acceder a estados elevados de conciencia en tanto se profundice en la intimidad de dos compañeros amantes.En el sexo tántrico no existen expectativas por los ‘resultados’ del coito:sólo importa el momento presente de perfecta y arminiosa unión. La sexualidad tántrica es meditativa, espontánea e íntima: busca proyectar la energía del orgasmo no hacia la disipación, sino hacia la expansión de la conciencia.Esto transporta la propia sexualidad desde el plano del hacer hacia el del ser, enseñando a reverenciar al compañero y a transformar el acto sexual en un sacramento de amor, define Estela. Según nos recuerda esta instructora, la palabra éxtasis proviene del griego y significa salir de estar de uno mismo: Es el mismo estado que en yoga se denomina samadhi, pero para darse cuenta es preciso realizar un gran trabajo sobre el cuerpo. Hay una famosa frase de los Vedas que dice:’Todo lo que ésta aquí ésta en todas partes, y lo que no ésta aquí (en nuestro cuerpo) no esta en ninguna parte. Esto significa que quien comprende la realidad de su cuerpo comprende al universo. Y cuando lo hace se da cuenta de que la unión sexual es la máxima posibilidad que tiene el ser humano para experimentar la unión con el cosmo, Por eso el sexo es sagrado, y por eso el semen no debe ser derramado, ya que es la sustancia cósmica, la esencia que toda cosa tiene antes y despúes de ser manisfestada.
En el texto clásico conocido como Shiva Purana se define al semen como cuerpo sutil del universo (la palabra semen viene de simiente, allí están las semillas de la vida): Shiva es el dueño del esperma, y en el lingman (pene),porta las semillas que con su fuego calienta para el Padre (Brahman, lo absoluto)”.El complemento de Shiva es Shakti, la energía femenina, centrífuga, dispersa. Y entre ambos, para que se atraigan, tiene que circular una fuerza que se denomina Kundalini. Esto significa ‘aquelloque tiene forma de serpiente’ y que no es otra cosa que la libido o lo que Reich llamó ‘ energía orgónica’’’,opina Estela Guitián.
La Kundalini tiene polaridad femenina. Para la tranta la que genera el deseo es la mujer: En la relación tántrica ella puede tomar la iniciativa, expandir lo que podríamos llamar su polaridad masculina, y el hombre puede relajarse, entregarse, y dejar que aflore su polaridad femenina. Con ello el hombre no pierde su mascunilidad, ni la mujer su femineidad. Simplemente expanden su potencial para incluir su polaridad.
Un mantra tántrico dice: Cría a Shakti: ese deseo purifica. Es decir: Shakti es conocimiento y sabiduría, y esa purificación otorga el conocimiento del cosmo. El culto del éxtasis- agrega- Estela- implica que hay que cultivar todos los momentos de gozo y placer en la vida, que pueden ser desde una puesta de sol, el amor por un hijo o un amanecer, por ejemplo. Pero el tranta pone a la sexualidad- no a la genitalidad, ni mucho menos a la genitalidad, ni mucho menos a la promiscuidad- como el don más alto. En el Shiva Purana se afirma: El sexo no le fue dado al hombre, no existe a los fines del placer, ni siquiera de la procreación, sino a los fines de que el ser humano conozca la inteligencia cósmica’.